De: Oliver Zazueta
Desde hace 28 años, Edmundo Estrada trabaja haciendo tesis y protocolos por encargo, de licenciatura, maestría y doctorado; calcula que ha hecho unas 4 mil en toda su vida, por lo que afirma que en temas de plagio, México tiene suficiente experiencia.
La semana pasada el equipo de Carmen Aristegui reveló que el Presidente Enrique Peña Nieto había plagiado al menos 29 por ciento de su tesis de licenciatura «El Presidencialismo Mexicano y Álvaro Obregón», pero para Estrada, esto no es extraño.
«Todas las tesis son un plagio, sin excepción, del más guapo que me digas, Einstein, el que me digas, ese güey tiene párrafos plagiados, parafraseados o de plano transcritos tal cual. Las tesis son investigaciones académicas, por Dios santo, no son textos para que publiques y te hagas rico, a nadie le ha pasado eso jamás», explica Estrada, quien asegura que por su oficina han pasado funcionarios, académicos y sobre todo abogados.
Contador de profesión, Estrada asegura que servicios como los que él ofrece son buscados por varias razones, como la percepción de que la tesis es sólo un trámite más, así como los bajos índices de lectura, poca preparación de los estudiantes para realizar un trabajo de investigación, o escasa capacitación de asesores, desde los puntos de vista técnico y metodológicos.
«La gente te busca porque sabe que la tesis es una simulación, es un trámite, es un documento que a ellos les cuesta hacer, pero que hay un menso como yo, que sí lo puede hacer, porque es bastante complicado, sobre todo atender las correcciones, que a veces son sumamente necias», declaró.
«La academia en México tiene tantos recovecos criticables, entonces, ¿qué seriedad hay?, está muy desgastada y las tesis es vista como una tarea, ¿por qué tienes que sacarla sin fusilarte nada?».
Para Estrada el caso de Peña Nieto es el ejemplo perfecto para mostrar que el sistema educativo permite incurrir en este tipo de prácticas sin que haya castigos.
«¿Qué no era responsabilidad de la Universidad Panamericana asegurarse de que no había plagio en esa tesis?, si no la metió por debajo del agua, hubo un comité, un sinodal, lo examinaron y nadie se enteró. Los asesores son irresponsables, ignorantes, ineficientes, no te revisan a fondo y eso fue lo que le pasó a Peña Nieto. No fue porque hubiera sido Peña Nieto, todavía era un Don nadie, sino porque así funciona», mencionó.
Guadalajara, México (28 agosto 2016)
